
26 Sep EL 60% DE LOS CONDUCTORES ESPAÑOLES CREEN QUE LOS EXÁMENES PSICOTÉCNICOS SON “POCO RIGUROSOS”
Posted at 19:40h
in Actualidad
Fesvial ha participado en la elaboración del estudio de Línea Directa “Mayores de 65 años al volante: ¿peligro real o mito social?”, sobre la valoración de la conducción de las personas mayores de 65 años.
EL 60% DE LOS CONDUCTORES ESPAÑOLES CREEN QUE LOS EXÁMENES PSICOTÉCNICOS SON “POCO RIGUROSOS”
- Más del 98% de los conductores afirman no haber suspendido nunca un examen psicotécnico y un 9% reconocen haber obtenido el “Apto” prácticamente sin hacerlo. Además, casi 1 millón de automovilistas con deficiencias psicofísicas aseguran no haber visto reflejado su problema en el informe final.
- En general, los conductores piden más rigor: 13 millones de automovilistas exigen más controles a la Administración sobre las aptitudes de los conductores, especialmente sobre los mayores de 65 años, para quienes reclaman que los reconocimientos sean anuales.
- Sin embargo, en un estudio empírico realizado por la Fundación Línea Directa en varios centros psicotécnicos, el 10% de los conductores de más de 65 años fueron “No Aptos” y casi el 70% tuvo algún tipo de restricción.
- Es un hecho: los españoles desconfían de los mayores de 65 años cuando se ponen al volante. No en vano, 860.000 conductores son partidarios de retirarles el carné automáticamente a esa edad, 2,8 millones les prohibiría la conducción nocturna y 4,4 millones retiraría el carné a sus propios familiares.
- A pesar de los prejuicios que aún hay en la sociedad y de sus propias limitaciones, los conductores mayores de 65 años demuestran ser los más seguros. De hecho, registran 4 veces menos accidentalidad que los menores de 25 años y menos de la mitad que los automovilistas de 35 a 44 años.
- Las razones: respetan más los límites de velocidad, no son tan agresivos en la conducción y aceptan mejor sus limitaciones, lo que les hace recorrer menos kilómetros y conducir más por el día.
- No obstante, el riesgo de morir cuando conducen en caso de accidente multiplica por 2,5 al del resto de conductores y la probabilidad de resultar herido grave es un 9% más alta que la de los demás automovilistas.